Gráficos en punto de venta. El código de barras, en apariencia ubicuo, es también individualista. Considéralo la huella dactilar del mundo comercial, un lenguaje que, en su breve historia, ha superado a la mayoría de los lenguajes hablados en la forma de comunicar, no sólo entre máquinas y ordenador, sino también entre las persona, las entidades comerciales y los propios productos. Los códigos de barras se usan para "hablar" y conectar con los comportamientos del consumidor, conocer sus hábitos de compra y procesar la información para crear un diálogo y comunicarse electrónicamente con los compradores.