Debíamos desplazarnos en cuatro barcos balleneros hasta el lago George y, una vez allí, emplear de tiempo en tiempo nuestros mejores esfuerzos para acosar a los franceses y a sus aliados mediante el saqueo y la quema; debíamos destruir sus casas, graneros, barracones, canoas y barcos y matar todo tipo de ganado que tuvieran; y emplear además en todo momento nuestras fuerzas para emboscar, atacar y destruir sus convoyes de provisiones por tierra y agua, en cualquier parte de la región donde los pudiéramos encontrar. Los diarios y memorias de Robert Rogers, capitán de la primera compañía de Rangers creada por los británicos en América del Norte, cuentan con detalle las diversas expediciones que llevó a cabo entre 1755 y 1761 contra los franceses y sus aliados indios durante la fase de la Guerra de los Siete Años que se libró en la frontera entre Canadá y las colonias inglesas del norte de América. No falta en su relato la lista de normas y tácticas que creó para guiar a estas unidades durante sus incursiones en terreno enemigo, reglas que siguen siendo respetadas hoy en día por las fuerzas especiales de todo