Una nueva creación de la editorial Grupo Cero acaba de producir un autor, bajo el
nombre de Ruy Henríquez, que hoy presenta su segundo libro de poesía; ?inaugura aquí este
dédalo de sueños?. Ruy se formó y sigue formándose como poeta en el taller de poesía de la
Escuela Grupo Cero coordinado, por Carmen Salamanca. Es psicoanalista de la Escuela Grupo
Cero y licenciado en filosofía; de Ruy, estamos acostumbrados a disfrutar de su prosa
impecable, aderezada con los condimentos adecuados, en elblogmaravilloso.com que día tras
día él mismo va actualizando. Hoy por hoy, esa página web es el mayor escaparte de las
producciones sociales del Grupo Cero.
Cesare Pavese nos dice: ?Rigurosamente, no existe un ?ver las cosas por primera vez?;
la que cuenta, es siempre una segunda?. ?Surcos? fue su primera vez, ?Deseo de mujer? es el
que cuenta y el poeta nos lo dice así. ?Hay en ti un poeta/ que aguarda a escribir/ otros
versos/un nuevo destino/donde poder decir:/He sido otro, he podido vivir?. Con esa segunda
vez, el poeta lanza a la vida su verdadero compromiso poético.
El color naranja nos dice algo, el famoso libro de los símbolos, simboliza el punto de equilibrio
entre el espíritu y la libido. En la portada del libro, a ese símbolo, le acompaña una bella mujer
que nos invita a entrar desde sus ojos azules medio velados, que se muestran y no se muestran.
Así, ascendiendo, llegamos hasta el intrigante y, a la vez, valiente título: Deseo de mujer.
DESEO DE MUJER, ¿de qué deseo se trata? ¿de qué mujer? ¿él desea a una mujer? ¿se
trata del deseo de una mujer? O ¿él desea un deseo de mujer?
?Rebelde de tu sombra/despega tu nombre de su huella/ deja latir tu corazón con esta bala?.
En un primer tiempo parecería que el deseo del poeta es que la mujer escriba pero sería una
lectura algo precipitada e ingenua, ya que sabemos que La mujer no existe sino que existen
mujeres. Por lo contrario, donde pocas dudas nos deja, es sobre el deseo. Alguien quiere
escribir. ?Renuncia por fin a lo que nunca fuiste/Deja caer por una vez esa moneda que
atesoran tus fanáticos dedos?/Decídete a escribir el próximo verso?.
Hay una pregunta que podría reiterarse varias veces durante la lectura del libro, ¿quien escribe
y a quién? cuando interpela con insistentes imperativos: ?Escribe, raya, deshecha, pero no te
detengas?.
El psicoanálisis dice que se escribe en posición femenina, es decir que para escribir hay
que dejarse llevar y el poeta lo dice así: ?No va más/ hoy vengo de volar con una amante/ que
hará de mi cuerpo/ la perdurable piel de sus versos?.
¿Será acaso, un poeta dirigiéndose a la posición que le permite escribir, la posición
femenina? Un hombre que se entrega a ?su? mujer para escribir: ?Hoy me entrego/a las
formas libres de tu cauce/a las combinaciones improbables/a las inesperadas
transmutaciones/de su tacto en la carne?.
Y la sigue impulsando a la acción: ?Atrapa ese caballo!/doma su indómita cerviz/somételo a
la brida silenciosa/de tu voz enamorada?. Podríamos decir, entonces, que deseo de mujer en
ese caso, en ese precioso libro, es deseo de poeta.
Otro detalle que la lectura va descubriendo en muchos poemas es la división entre
pasado y presente, entre libro escribiéndose y libro publicado. ?El hombre vivía escondido/en
las páginas de algunos libros.? y después de la publicación: ?Construimos sin saberlo/ un
futuro de poemas conquistados./La piel abierta al deseo/ en un cielo de pájaros liberados.?
Y no será coincidencia que el libro empiece así: ?Un viento álgido de espermas, inaugura el
tiempo, de los encuentros futuros?.
Y que concluya con una decisión: ?Haré de mi cuerpo, el cuerpo de la letra?.
Hoy, el cuerpo de Ruy es este libro.
Cleménce Loonis. "El blog maravilloso"