«Empecé a escribir Diario del éxito, que ahora también se publica en Hola.com, en el año 2008, en plena crisis económica mundial. En ese mismo año mi matrimonio se deshizo y tuve que ingeniármelas para seguir adelante con mis hijas. El periódico con el que colaboraba habitualmente quebró y nadie quería encargar traducciones.
En lugar de desmoronarme, todas estas circunstancias adversas me motivaron a compartir mis experiencias con otras personas. Así nació el blog Diario del éxito, que ahora también es un libro. Lo que aprendí en estos años es que la medida de tu éxito es la satisfacción personal. Cómo te sientes, eso es lo que cuenta.
No se trata de conformarse con vivir sin metas ni objetivos, sino de evaluar qué significa el éxito para nosotros y evitar que nos sintamos fracasados si somos un ama de casa o un oficinista en lugar de ser dueños de una gran empresa, por ejemplo. Lo importante es vivir con un propósito, con sensación de progreso y satisfacción, de este modo alcanzaremos nuestro propio éxito, el único que realmente importa».
