Don Miguel Mañara Vicentelo de Leca (Sevilla, 1627-1679), uno de los hombres más ricos y poderosos del Siglo de Oro en Andalucía, encarna a la perfección el espíritu contradictorio, brillante y sombrío a la par, del siglo XVII en España. Mañara hereda joven los importantes títulos nobiliarios familiares y una inmensa fortuna. La Sevilla donde nace, vive y muere se convierte entonces en escenario de las calaveradas del joven de vida disipada y libertina que inspiraría el mito de Don Juan, el Burlador de Sevilla, recogido por autores tan significativos como Lord Byron, José Zorrilla, Manuel y Antonio Machado o Mozart. Cuenta la leyenda que a Mañara, durante sus años de desenfreno, le fue dado contemplar su propio entierro. Tras la visión, se retira al desierto y, de vuelta a Sevilla, renuncia a todos sus bienes, emprende una vida de virtud y funda el Hospital de la Santa Caridad, donde desplegó Miguel de Mañara un gran celo por los necesitados. Al morir fue enterrado, por orden suya, en la entrada de la Iglesia del Hospital, como gesto de humildad, para que todos los que entraran en ella pisaran su tumba. Su Discurso de la verdad, única obra escrita de Miguel de Mañara, es uno de los textos que recoge de forma más intensa y acerada la espiritualidad de la época.Y yo que escribo esto (con dolor de mi corazón y lágrimas en mis ojos confieso), más de treinta años dejé el monte santo de Jesucristo y serví loco y ciego a Babilonia y su vicio.