En El último pescador romántico, recoge Antonio Alcaide muchas de las experiencias que a lo largo de toda su vida le han deparado su pasión por la pesca y su amor a la naturaleza. Pero no estamos solo ante un recuento de jornadas de pesca más o menos afortunadas o de anécdotas deportivas. Además de ello, encontraremos aquí valiosas reflexiones sobre la relación del ser humano con su entorno natural y sobre la necesidad de preservar el medio ambiente, descripciones de parajes incomparables, noticias sobre modos de estar en el mundo casi en extinción hoy día... Y encontraremos también interesantísimos detalles sobre las investigaciones científicas al más alto nivel que Antonio Alcaide ha llevado a cabo en algunos de los más prestigiosos centros de investigación del mundo.
Con agudeza, dice Julia Navarro en el prólogo que es más que un libro de viajes al Guadalhorce, o al pantano de El Chorro, o a la Sologne, cerca de París, o a los ríos de Filadelfia... o al lago Octoraro en el condado de Chester, Pensilvania o a los Everglades de Florida o al lago Yojoa en Honduras o a la playa de El Puertito, al sur de El Argoub, en el continente africano; es también un viaje interior, porque a través de sus vicisitudes con la pesca, Antonio Alcaide va trazando y compartiendo con nosotros muchas páginas de su biografía. De manera que no solo llegamos a conocer al pescador sino también al extraordinario ser humano que es.
En este libro, escrito con elegancia, con sabiduría, con agilidad, con una tremenda honestidad literaria, Antonio Alcaide trasciende, pues, lo anécdótico deportivo para trasladarnos una dimensión humana admirable y una inestimable reivindicación de la naturaleza. Razón por la cual no deberíamos pasar de largo...
