El vino es uno de los elementos consustanciales de nuestra civilización. Como tal ha generado una amplia cultura popular en fiestas, ritos, usos y tradiciones orales. Rescatamos aquí parte de ese espíritu divertido latente en los juegos de tabernas y bodegas, en los recitativos jocosos, brindis, cuentos, trabalenguas o adivinanzas; rastrea por tanto la rica tradición que permite a los pueblos romper con la pesadumbre de la vida.