"Guerras propias" es la expresión de las contradicciones del ser humano. Las propias vivencias del autor sujetas a los rigores de la vida: el amor y la desolación, la soledad y el vacío, la muerte y la creencia profunda de la finitud del ser son constantes que cobran latencia en cada verso. Y a todo ello, la necesidad desesperada de vivir, como hecho manifiesto. Guerras propias es una llamada desesperada, una terapia que sirve para asumir la constancia de la vida en cada día y a cada momento a lo largo de la experiencia del poeta, y que pretende constatar el hecho poético como la vitalidad necesaria y creativa que nos manifiesta como individuos.