- PRÓLOGO
- CARTA A LOS AHOGADOS
1. Película del nacimiento
2. La dama de la librería
3. Whole Foods
4. Como un pájaro muy atento
5. El incendio
6. El viaje vegetariano
7. El relato de Windy
8. La conciencia tiene muchos días grises
9. Los ciento cincuenta artículos
10. Conversación con un limpiapiscinas
- LOS DISCRETOS RECURSOS DE LAS TARDES
11. Los discretos recursos de las tardes
12. Convenio forzoso según el artículo 11
13. La historia del perro
14. Amicus Curiae
15. A la sombra del bosque prohibido
16. Una resolución inesperada
- ¡CAMINA DESPACIO! ¡NO HABLES CON LAS MOSCAS!
17. Balonvolea, el partido inmortal
18. El elefante de Lockhart
19. El regreso de Nancy
20. Noticias de Harvard Square
21. Los patinadores
22. La tienda de animales: la tortuga
23. El Hombre Más Inteligente
24. La anciana señora de las muñecas
25. Recuerdos de la época del Segundo Diluvio
26. "Deluvio" de artista desconocido
27. Ciencia ficción
28. El mago malvado
29. Carta en la mesa, presa
30. Al final de la Demostración
31. La tortuga siempre llega antes que Aquiles
El juez Caldwell, dos años antes de su jubilación: una escapada por aquí, una fiesta con amigos por allá, un caso interesante de vez en cuando... La vida sigue, en suma, su curso normal. Hasta que un día mató al repugnante chucho que, con extraño afán decorativo, esparcía continuamente la basura de los contenedores por el césped del vecino. Desde entonces, tiene la sensación de que algo intangible, siniestro, acecha tras el carácter aparentemente amable de lo cotidiano. Una novela sobre los azares y abismos de la vida, sobre el mal y el bien, sobre el envejecimiento y el recuerdo, contada con altas dosis de ironía y humor, que constituye la continuación de la visión crítica de la sociedad estadounidense que Lars Gustafsson inició con su anterior novela "Windy habla", publicada en esta misma colección.
El juez Caldwell, dos años antes de su jubilación: una escapada por aquí, una fiesta con amigos por allá, un caso interesante de vez en cuando? La vida sigue, en suma, su curso normal. Hasta que un día mató al repugnante chucho que, con extraño afán decorativo, esparcía continuamente la basura de los contenedores por el césped del vecino. Desde entonces, tiene la sensación de que algo intangible, siniestro, acecha tras el carácter aparentemente amable de lo cotidiano. Una novela sobre los azares y abismos de la vida, sobre el mal y el bien, sobre el envejecimiento y el recuerdo, contada con altas dosis de ironía y humor, que constituye la continuación de la visión crítica de la sociedad estadounidense que Lars Gustafsson inició con su anterior novela Windy habla, publicada en esta misma colección.