A pesar de ser una princesa sin reino, Amy está dispuesta a combatir la injusticia allí donde se encuentre. Y en la pequeña isla de Summerwind se topa con una causa hecha a su medida. Allí, la buena de la señora Victorine, que la acogió como a una hija, está a punto de perderlo todo por culpa del marqués de Northcliff, que se ha apropiado del dinero que la anciana había ganado justamente. Amy diseña un plan para ayudarla, una idea loca y audaz que incluye raptar al mismísimo marqués y pedir rescate por él a su tío. Claro que Amy no contaba con que el secuestrado fuera un hombre tan atractivo y persuasivo, ni con que su tío estuviera más que contento de poder librarse de él para recibir la herencia. Mantener cautivo al enérgico y sensual marqués va a ser todo un desafío para la impulsiva princesa y un auténtico reto para su virtud.