En esta divertida novela el lector encontrará quintaesenciados, de forma episódica, todos los elementos de la literatura erótica encarnados en las más entretenidas aventuras sexuales. Aquí confluyen de forma velada, a modo de electrizantes fogonazos, las fantasías de Sade, Bataille, Apollinaire, Pierre Löuys y de tantos otros corrosivos transgresores que vivieron el placer peculiar de todos los excesos.
Las hembras del cimarrón es un texto crudo, como la vida misma. Y Marco Lúbrico se desgaja de la sociedad filosofando, arrasando con todo, seduciendo con la verga y la palabra.