Sentirse en el corazón de la Iglesia precisamente porque se está con el Papa, y precisamente porque se está con el Papa, participar en la amplitud de la misión de toda la Iglesia y en la amplitud de su dinamismo evangelizador.
Discurso de despedida del Papa Francisco al cardenal Bertone (15 de octubre de 2013).
Desde su infancia, el cardenal Tarcisio Bertone ha sentido una profunda admiración por los Pontífices, tanto que incluso deseaba conocerlos de cerca. Tras finalizar sus labores en la Santa Sede, decidió plasmar en un libro los recuerdos más vivos de los Pontífices que conoció a lo largo de su vida como testigo privilegiado, según le dijo el Papa Francisco durante un encuentro amistoso que mantuvieron.
Nacido en Romano Canavese (en la Piamonte de 1934), ingresó de joven en la Congregación Salesiana y posteriormente se hizo sacerdote, progresando de manera brillante en las diferentes etapas académicas de su vida hasta impartir la asignatura de Derecho Canónico y asumir el cargo de Rector de la Pontificia Universidad Salesiana.
Consagrado obispo en 1991 y nombrado cardenal de la Santa Iglesia Romana por Juan Pablo II en 2003, ejerció con pasión su ministerio pastoral en las archidiócesis de Vercelli y Génova. Convocado a asistir a la Santa Sede en distintos momentos, se distinguió como Arzobispo-Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe y, finalmente, como Secretario de Estado.
El Papa Benedicto XVI describió la colaboración de su Secretario de Estado como una obra común al servicio del Ministerio Petrino.
El Papa Francisco reconoció en Bertone la serena y madura experiencia como servidor de la Iglesia que le ayudó, como Secretario de Estado en los primeros meses de su pontificado, en el inicio de un conjunto de relaciones institucionales necesarias para un Pontífice.
