En un mundo totalmente interrelacionado, en el que la comunicaciテウn nos pone en contacto con nuestros antテュpodas de forma instantテ。nea, cada dテュa cobra mayor importancia el conjunto de normas y excepciones de escritura a que llamamos ortografテュa.
El ordenador ha cambiado radicalmente nuestras costumbres comunicativas en el universo de lo grテ。fico. Poco a poco ha ido desapareciendo la carta personal, manuscrita, テュntima, y ha sido sustituida por el mensaje pテコblico, con letras de imprenta, despersonalizado, intercambiado con otros en un foro cualquiera de la Internet. Todo ello tendrテュa bien poca importancia si no fuera porque, por un lado, el lenguaje escrito nos sirve para la comunicaciテウn grテ。fica con nuestros semejantes y, por otro, en ese escenario no es fテ。cil disimular nuestra ignorancia en relaciテウn con las reglas de escritura de nuestra lengua. Ahテュ, en esa distancia corta es donde frecuentemente se ponen de manifiesto nuestros escasos conocimientos ortogrテ。ficos, el dominio deficiente de las reglas y excepciones que conforman el cテウdigo comunicativo escrito de la lengua espaテアola. De alguna manera, ahテュ se expone tambiテゥn pテコblicamente el estado de salud ortogrテ。fica de las sociedades del entorno hispano.
En resumidas cuentas, la experiencia nos dice que los hispanohablantes escribimos con demasiadas faltas de ortografテュa, esquematizamos deficientemente nuestros mensajes y en consecuencia puntuamos mal. Ello redunda en una comunicaciテウn abstrusa, con frecuencia incomprensible. La ortografテュa, pues, no contribuye como le corresponde al entendimiento entre los seres humanos que escriben en espaテアol.
A todo ello podemos aテアadir en la actualidad la influencia, ya generalizada, de la escritura tipogrテ。fica debido a la intervenciテウn creciente del ordenador en nuestros modos de expresiテウn. La escritura tipogrテ。fica se ha popularizado, se ha convertido en dominio pテコblico. Es decir, que a las dificultades de conocimiento del cテウdigo ortogrテ。fico vienen a unテュrseles las de otro cテウdigo, el tipogrテ。fico, de no fテ。cil adquisiciテウn, pese a las facilidades que la informテ。tica pone a disposiciテウn de todos.
La presente obra se propone introducir al lector en el conocimiento de la ortografテュa usual y al propio tiempo en el de la ortotipografテュa, es decir, la forma de expresar nuestros mensajes por medio de los elementos tipogrテ。ficos.
Josテゥ Martテュnez de Sousa, ortテウgrafo, ortotipテウgrafo y bibliテウlogo, es autor de varias obras relacionadas estrechamente con las materias aquテュ tratadas, especialmente el Diccionario de ortografテュa de la lengua espaテアola y el Diccionario de ortografテュa tテゥcnica, cuyos contenidos quedan ahora actualizados e integrados en este nuevo manual, Ortografテュa y ortotipografテュa del espaテアol actual.