Otro día es el relato novelado, absolutamente real y estremecedor, de mi ingreso y estancia en prisión. En mi caso particular, y gracias a mis padres dentro de la cárcel, he podido salir de ese abismo al que fui arrojado por un juez, mediante una providencia; medio que no admite ningún tipo de recurso, en lugar de utilizar un auto, que es lo que establece la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Me liquidó a siete meses y quince días de cárcel el impago de una multa de novecientos euros, a la que fui condenado, y mediante otra providencia, ordenó mi busca, captura e ingreso en la prisión de máxima seguridad de Soto del Real, Madrid V.
Y lo fui, preso el día trece de marzo de dos mil nueve, sin consideración alguna a no haber sido detenido ni encarcelado nunca, ni tampoco a mis antecedentes cardiacos de tres infartos, ni a ser padre de familia numerosa de nueve hijos ni, por supuesto, a mi edad: cincuenta y siete años.
Experiencias, todas ellas, que he vivido por primera vez en mi vida y que han cambiado en gran parte,mis hábitos, mis sentimientos, mis costumbres y, sobre todo, mis miedos, aunque no han podido con mi sentido del humor. En lo que se refiere a mis miedos, yo antes procuraba cambiar de acera si de frente venían por ella personas que yo consideraba marginales y con mal aspecto;? ahora sólo lo hago si lo tienen de magistrados.
