Aeronwy Thomas (1943-2009) era hija del gran poeta galés Dylan Thomas, uno de las más importantes voces de la literatura británica de la primera mitad del siglo y fallecido prematuramente cuando todavía no había cumplido los cuarenta años. Para muchos fue el último maldito, un hombre bohemio y bebedor, con una voz impresionante, que cautivó a miles de oyentes a través de sus lecturas en la BBC y que arrasaba en sus lecturas poéticas. Su hija reconstruye la vida de su padre en los años en los que la familia vivió en una casa de un pueblecito galés situada en el estuario de tres ríos. Un lugar que para Aeronwy y sus hermanos fue un auténtico paraíso, pero que no pudo ocultar las penurias económicas de la familia, agravadas por la peculiar personalidad de sus progenitores. Dylan era un padre ausente, que contaba historias maravillosas y que a veces necesitaba de la protección de sus propios hijos. Su madre, Caitlin, era amorosa y enérgica, pero también colérica e imprevisible. Otra visión del genio.