Pepe es contable en la fábrica de su cuñado y la vida le sonríe. Adora a su mujer y a sus hijos y se considera feliz pero todo esto cambia al verse envuelto en un hecho delictivo que le lleva a la cárcel.
Cuando sale, se percata de que ha sido víctima de una traición y como consecuencia se ha quedado sin familia y sin trabajo.
Se traslada a Barcelona donde la vida le da una segunda oportunidad que le lleva a ejercer de detective privado.
Vive en una humilde pensión la cual se convertirá en su hogar y las gentes que allí habitan en su nueva familia.