Siempre que Gerhard Richter va a Sils (Suiza) toma fotografías, algunas de las cuales pinta y añade a su "Atlas". Otras las ha tratado como obras independientes, incluyéndolas por ejemplo en la exposición "Nietzsche Hau in Sils". En las fotografías pintadas la realidad fotografiada se combina con la que produce la pintura. Este par de conceptos resultan, de todos modos, redundantes: el realismo fotográfico y la abstracción de la pintura no figurativa.
