Un aguerrido soldado aparece herido, casi irreconocible, en el castillo de Calon. Morwenna tiene la
impresión de que se parece a un hombre que una vez le rompió el corazón. ¿Quién será el herido: un despiadado asesino o
una víctima inocente? ¿Carrick de Wybren, su amado, el hombre que tan cruelmente la engañó, u otra persona? A medida
que el desconocido se recupera, personas muy cercanas a Morwenna empiezan a morir. Se rumorea en el castillo que el
hombre misterioso, en su despertar, trae consigo el destino, el deseo y la muerte. Sin embargo, Morwenna no puede
resistirse y se convierte en presa de su fascinación.