El pasado no es un territorio de nostalgia, sino de catarsis, dereconciliación, un intento desesperado de exorcizar la ausencia. Laamargura y la ternura dialogan, como dialogan el ayer y el porvenir,en un intercambio espacio/tiempo con recursos poéticos pulidos hastala extenuación, lo cual no resta un ápice de frescura. Lirismo ypensamiento son las redes en las que las dicotomías ―vuelo ycaída, amor y muerte, acercamiento y huida― se balancean con unlenguaje exquisitamente cuidado, fluido y luminoso.Gerardo RodríguezSalas visita, y nos conduce a visitar, puntos estratégicos de sucartografía vital, desvelando con escritura introspectiva una tragedia que delimita su destino. Con generosidad, tensión y emoción, perotambién con humor, nos embarca en un viaje ―«una fuga alpasado»― capaz de transformarlo no sólo a él como escritor, sino también a nosotros como lectores.Teresa Gómez