Este diccionario, corregido y aumentado, son palabras, solo pa¬labras, nada menos que palabras que nos han ido acompañando durante toda nuestra vida profesional. Palabras que merece la pena que saquemos de ese almario donde almacenamos lo mejor de nuestra vida y lo guardemos. Palabras que nos ayudan a entender nuestra profesión, a vivirla e incluso a amarla. Palabras que tienen una belleza increíble al decirlas. Palabras que a lo largo de los siglos se han ido enriqueciendo, incluso cambiando o formando otras más complejas pero sin perder sus raíces, su urdimbre.
En esta 2ª edición he querido añadir un anexo con términos helenísticos teratológicos porque me parecía interesante, un poco como homenaje a mi profesión, y porque dentro de muy pocos años estas alteraciones pasarán al baúl de los recuerdos. Hay una cosa muy clara: antes de la Talidomida, los antibióticos, y las bombas atómicas ya había malformaciones teratológicas o monstruosidades.
Manuel García Tejeiro, berciano hasta las cachas, médico, patólogo (que no es lo mismo que experto en patos), poeta, articulista, cuentista, hacedor de manchas.