El dinero es esencial en nuestras vidas aunque en sí mismo no vale nada. Sirve para comprar una casa, mandar un cohete al espacio o puede provocar la caída de imperios. Pocas innovaciones han tenido tanto impacto en el desarrollo de la humanidad. Pero el dinero no pasa de ser una ficción compartida: una fábula en la que creemos en la medida en que los demás también se la crean. Queremos creer en ella, pero ¿la entendemos?