El interés que siempre ha mostrado el País Vasco hacia la Formación Profesional es una realidad que arranca en el s. XIX con las primeras Escuelas de Artes y Oficios y que continúa en la actualidad. Ese interés ha sido producto de un conjunto de elementos que han colaborado con el mismo objetivo: desde el sector económico-industrial , que ha visto cómo la Formación Profesional se ha ido adaptando a sus necesidades, hasta el sector educativo, que ha llenado sus aulas con numeroso alumnado interesado por aprender un oficio o profesión. En ese recorrido han tomado parte diferentes agentes como la Iglesia, las empresas, las administraciones estatal, autonómica, provincial y local, las organizaciones sindicales, etc.