La mayor parte de nuestra existencia transcurre en una discreta penumbra: acciones y pensamientos que nos dejan solo medianamente satisfechos y que a menudo nos guardamos para nosotros mismos. La autora opone al afán de perfección, que nos ciega y extravía, el poder de las pequeñas virtudes, invitándonos así a echar una mirada comprensiva y llena de matices sobre nuestras cualidades y defectos ocultos.