Cerca de diez milenios han pasado desde la aparición de la agricultura. Desde entonces, la humanidad ha ido desarrollando modelos, métodos e ingenios para obtener muy diversos beneficios de la tierra; como diversos -o más bien divergentes- han sido y son quienes se encargan de extraerlos y quienes sacan provecho de ellos. La tierra para quien la trabaja. Esta fórmula, proclamada o cuestionada, ha vertebrado el devenir de la historia.