Concebida en 1509, todavía bajo el influjo del ideal renacentista, la obra de Guicciardini es una imponente reconstrucción de la vida política florentina desde 1378, año de la Revolución de los Ciompi, hasta 1509, año en que el autor hace una aguda y honda reflexión sobre el futuro de Florencia tras el ascenso de la dinastía Borgia.