Camila Peña habla desde su voz de niña pájaro, transforma lo humano en materia vegetal, frágil, tan viva, donde se pasean arañas de plata, donde sentimos lo sagrado del lodo. Su delicado lenguaje renace en la herida que sangra savia y evoca la belleza de quien apenas ha abierto los ojos y grita, ríe y llora.
Natalia García Freire
Un jardín que inaugura la vida como esa contradicción de aparecer para desvanecerse, para ser derrotado, para perderlo todo asaltados por la pérdida de la inocencia que aquí son líneas fronterizas cuidadas por lobos y serpientes.
Ernesto Carrión
Experiencia lectora del tacto. Invitación a atravesar los versos como quien desprende ramas y hojas, para continuar en el sendero de la maleza vibrante.
Yuliana Ortiz Ruano