El reinado de Alfonso XIII constituye una época apasionante de nuestra historia reciente y difícilmente se puede comprender la España actual sin un pormenorizado estudio de aquellas convulsas décadas. Sobre los protagonistas de estos acontecimientos se ha escrito mucho y con diferentes enfoques. La mayor parte de ellos dejaron escritas memorias y relatos de los acontecimientos que marcaron el devenir de la monarquía y la llegada de la Segunda República. La excepción la constituye el almirante Aznar, último presidente nombrado por Alfonso XIII, y al que correspondió la triste labor de despedir al rey y abrir un paréntesis ocupado por la república, primero, y la dictadura del general Franco, después. La figura de Aznar ha sido maltratada por muchos historiadores que no estimaron oportuno profundizar en la vida del almirante, quedándose con las anécdotas de un corto período de tiempo que se fueron transmitiendo de libro en libro y tomando consistencia a fuerza de ser repetidas. Sin embargo, Aznar fue fundamentalmente un marino con una brillante carrera, que tuvo la oportunidad de participar en la guerra con Est