Al igual que hiciera la premio nobel Selma Lagerlöf con su ya universal Viaje de Nils Holgersson a través de Suecia, José Antonio Abella nos presenta en La llanura celeste la tierra que le vio nacer, y lo hace a través de los ojos de un niño inocente y despierto, lanzado a caminos ignorados y llenos de aventuras, donde irá creciendo en conocimiento y en amor hacia las tierras de Castilla y de León, convertidas en protagonistas de esta novela apasionante, no solo en su escenario.
Gonzalillo, pastor huérfano, acogido en el monasterio de San Pedro de Arlanza, y Luna, su fiel mastín, pertenecen a otra época años finales del siglo XII mas, por azares y encantamientos, se verán de pronto en nuestros días, obligados a seguir un rumbo que les marcan las estrellas y que les llevará a recorrer las nueve provincias castellanas y leonesas con una sola meta: salvar la vida de su rey, Alfonso VIII.