Conspiración, anarquismo y represión en la España del siglo XIX: ¿quién estaba realmente detrás de La Mano Negra?Miles de jornaleros y anarquistas torturados y encarcelados
Siete condenados al garrote vil
Todos ellos acusados de pertenecer a una organización terrorista
Pero ¿quién estaba realmente detrás de La Mano Negra?
Jerez de la Frontera, 1882. Hace un año que no llueve. La tierra se resquebraja. Los campos están tan secos que una sola chispa podría convertirlos en ceniza.
La tensión es asfixiante: miles de jornaleros sobreviven a duras penas, trabajando de sol a sol por un salario miserable para un puñado de ricos terratenientes.
Cunden el hambre y la desesperación.
Si existe un infierno en la tierra, es aquí y ahora.
El estallido es inminente
Tras los primeros asesinatos, el juez Rodrigo Quirós trata de encontrar a los culpables. No obstante, quien debería servirle de apoyo, el capitán José Oliver, destruye evidencias, fabrica pruebas falsas y tortura a jornaleros y anarquistas para que confiesen los atroces crímenes.
Desde los oscuros pasillos del poder, Alfonso XII y sus ministros Sagasta y Cánovas del Castillo observan y manipulan, temerosos de que la revuelta campesina se extienda como un reguero de pólvora por todo el campo andaluz.
La Mano Negra recrea uno de los episodios más turbios de la historia española, en el que la justicia se convirtió en un instrumento de opresión y la verdad quedó sepultada bajo la violencia del Estado.
¿Fue La Mano Negra una organización terrorista o un invento pergeñado desde el Palacio Real para justificar una represión sin límites?