Meterra, escrita entre 1955 y 1963, fue publicada originalmente en 1974. Se ha dicho de ella que, de haber sido publicada cuando su autor le dio fin, hubiera abierto una línea definitivamente innovadora en la narrativa española. Arriesgada, experimentalista y repleta de símbolos personales, esta novela denota un enorme esfuerzo de elaboración donde laten ecos de Joyce, Proust, Kafka, Woolf o Faulkner.
He aquí la biografía imaginaria de un pintor que fracasa como hombre y como artista. Lo que empieza como un recuerdo infantil se torna en un paisaje siniestro, un territorio mítico, Meterra, al que el protagonista no puede acceder. En esa odisea vital, Juan abandona su Zaragoza natal para probar suerte en París, hervidero cultural que supondrá el inicio de su declive. Nos encontramos con un antihéroe de manual, un protagonista bufo acompañado por unos secundarios hostiles en una ciudad inhabitable. El último pasajero del abismo que conduce hacia la destrucción definitiva.
Sueños infantiles, paraísos perdidos, territorios de pesadilla, fracasos amorosos, personajes innominados, bestias iracundas, enfermedades pestilentes
Un personaje desdoblado, un ambiente kafkiano, un diálogo endemoniado, un cronotopo utópico, juegos léxicos, recursos musicales, flujos de conciencia, neorrealismo provinciano, una letanía retórica... Apenas una pequeña muestra de lo que el lector se encontrará en las páginas de Meterra, sin duda la perla olvidada de la vanguardia literaria española.