La interpretación de los resultados obtenidos en el laboratorio de microbiología es directamente proporcional a la calidad de la muestra, siendo además la etapa preanalítica un paso crítico para la exactitud de los resultados. Si hay una inadecuada recolección, transporte o conservación de la muestra, los microorganismos que se pretenden estudiar pueden variar sus características, perder viabilidad o sobrecrecer, con lo que el resultado obtenido no sería representativo, y por tanto afectaría a la decisión del clínico y a la salud del paciente. Es por esto por lo que los clínicos son los responsables de la selección de la muestra adecuada y deben conocer cuál es, aunque el microbiólogo estará siempre disponible para consejo y asesoramiento. Además, el clínico debe proporcionar toda la información clínica posible del paciente que pueda ser relevante para la interpretación de resultados por el microbiólogo o para usar la técnica o procedimiento más adecuados.
