Por si decides llevarme a tu casa, no me pongas al lado de los escritores consagrados, ni en un sitio preferente de tu estantería. Si me llevas en tren prefiero viajar en dirección al destino, que a veces me mareo. Si me llevas a la playa proteégeme del sol, para que la portada no pierda su color. Si me lles cerca del fuego, será que estamos en invierno...
Y si me dejas aquí, me dará pena que no te descubras en alguno de los protagonistas que viven en mí.