Es la causa más frecuente de muerte en las Ucis no coronarias y su incidencia en la última década se ha incrementado cerca de un 140%, causando la muerte en el 40-45% de los casos. Recientemente, el Grupo de Trabajo de Definiciones de Sepsis ha publicado el Consenso SEPSIS-3 con las definiciones actualizadas de sepsis y shock séptico, definiendo "sepsis" como una disfunción orgánica potencialmente mortal causada por una respuesta desregulada del huésped a la infección. Esta nueva definición lleva consigo una respuesta no homeostática del huésped a la infección e incluye el concepto de disfunción orgánica, que implica severidad, necesidad de diagnóstico y tratamiento precoz y hace desaparecer del argot médico el término "sepsis severa".