Un tren de recuerdos es la historia de Ramona, que creció junto al Guadiana y en 1972, con catorce años, se marchó con su maleta a Barcelona. Hija de un ferroviario mal pagado, aprendió de pequeña a sobrevivir con dignidad en una familia unida por el amor y la necesidad.
Abandono rural y crecimiento urbanístico son el decorado de las vivencias de aquella chica que emigró de la Mérida rural, huyendo de un pretendiente, para llegar a una Barcelona en ebullición. A través de una secuencia de recuerdos, la autora nos narra su evolución desde la niñez hasta la edad adulta, y las experiencias que forjaron su carácter.