Epidemia en el aire · Chicos de hoy: entre el poeta y el autómata. El riesgo de los acercamientos incoloros ·La transgresión del mandato genético · Un trastorno demasiado generalizado y espectralizado del concepto de desarrollo · «No nos hables más de los trenes»: el síndrome de Asperger · La misteriosa desaparición de las psicosis infantiles · El giro educativo cognitivo-correctivo · Los padres: la heladera convertida en bandera · Intervenciones psicoanalíticas: una palabra conseguida · Introduciendo el «narzoocismo»: la metáfora animal · Epílogo: Del diagnóstico a la contraseña
Cada vez va quedando más claro que no hace falta ser autista para estar dentro del espectro autista. Dentro del TEA hay chicos que hablan y otros que no, algunos no sonríen a los otros, pero no todos; hay chicos con estigmas físicos y otros que no, hay chicos con enfermedades genéticas comprobadas y otros no,...
Ante tanta diversidad no es ni será posible encontrar una determinación genética única porque se trata de trastornos graves y complejos en los procesos de subjetivación. Es decir, de las formas en que un recién llegado al mundo se apropia de lo que este tiene para ofrecerle y es a la vez apropiado por su familia. No tenemos certezas causales.