Guillevic compone esta obra entre 1985 y 1988 retomando un conjunto de ´certezas poético-afectivas´ a las que había llegado gracias al oficio de la escritura. Lejos de dar un sentido filosófico a su poema, el autor desea solamente poner al día el proceso íntimo que desemboca en la consecución o en el logro del poema que es paralelo, al mismo tiempo, a un arte de vida, al logro del ser: ´en el sentido clásico de Boileau, un arte poética es una colección de consejos. La mía dice por qué y cómo escribo y, por lo tanto, por qué y cómo vivo: el arte poética es el arte de vivir? Por la poesía, la verdadera vida está presente. La poesía nos trae al mundo´.