Coco es el más pequeño de una familia de cocos, y está muy mal educado. Come con la boca bien abierta, se tira pedos, lo rompe todo, se ensucia y eructa a pleno pulmón. Sus padres están muy orgullosos de él: ¡es tan desagradable! Pero un día les llega una carta del mismísimo alcalde diciéndoles que Coco tiene que ir al colegio, y ahí comienzan los problemas: la señorita no le regaña, los deberes le salen bien, y no consigue asustar a ninguno de sus compañerosà Su familia está desesperada.