Érase una vez una oruga sin vocación de mariposa?Luz Marina, salvo por una pequeña y extraña anomalía fisiológica, es una niña hermosa y normal en todo aspecto. Bueno, al menos hasta que abre la boca y salta a la vista su lengua, que es peluda como la de un gato. Lo cual, además de que despierta el rechazo en todas partes, lleva a que sus padres, Consuelo y Ernesto, decidan criarla y educarla de espaldas al mundo, dentro del cerco del hogar. Sin embargo, con la irrupción de la pandemia y la imposición del uso del barbijo, se abre una luz para que la niña se sume, sin ser el centro de atención, a los niños que nacen sin pelos en la lengua.