¿Qué le pedirías a un genio salido de una botella que te ofrece tres deseos y nunca hubieras visto nevar? Eso fue lo que le ocurrió a David y lo tuvo claro: Pidió que nevara en Brillasol. Pero... ¿fue una buena idea?
Artículos relacionados
Otros libros del autor
Vista previa: DAVID Y EL GENIO GUSTAVO
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.