No solo por la frecuencia por la que esta se presenta sobre todo en los primeros años de vida (la incidencia anual de ingresos hospitalarios por rotavirus es de 1 a 2,5 casos por 1.000 niños menores de 5 años, con una duración de la hospitalización entre 3 o 4 días), sino por la preocupación que supone el que vuestro hijo o hija no quiera comer, la falta de apetito, no tolere la alimentación o incluso pierda peso, de ahí que sea fundamental entender el concepto de este cuadro agudo, por qué se produce, los síntomas asociados, los tipos de virus y bacterias que pueden causarla? y, lo que es más importante, y os resultará de gran ayuda, la prevención y el tratamiento.