Durante la Guerra de la Independencia, miles de españoles de toda clase y condición social abandonaron los campos y trabajos que les proporcionaban sustento y se organizaron subversiva y espontáneamente, al margen de las viejas y deslegitimadas instituciones de poder, en grupos heterogéneos que castigaron una y otra vez durante años al hasta entonces invencible ejército francés. Al frente de esa gran aportación española a la moderna táctica militar "-a guerra de guerrillas- se situó toda una generación de líderes surgidos del pueblo llano que con escasos efectivos consiguió expulsar del suelo español a las tropas de un sorprendido Napoleón. A modo de sentido homenaje, Rafael Abella y Javier Nart narran en Guerrilleros los acontecimientos que condujeron a esta guerra y el posterior despertar de un pueblo mayoritariamente ignorante pero henchido de dignidad y orgullo que por primera vez toma conciencia de su soberanía y se alza en armas contra un invasor mucho más poderoso, ante la pasividad de las clases dirigentes. Ambos autores proporcionan en estas páginas una vívida semblanza de muchos de esos gloriosos y épicos guerrilleros -el Empecinado, Espoz y Mina, el cura Merino, etc.-, que brillaron con la intensidad y la brevedad de una estrella fugaz y que en muchos casos tuvieron un triste e ignominioso final, aparcados en los márgenes de la historia o traicionados por un pueblo indolente que demostró no estar preparado para abrazar al liberalismo.
Durante la Guerra de la Independencia, miles de españoles de toda clase y condición social abandonaron los campos y trabajos que les proporcionaban sustento y se organizaron subversiva y espontáneamente, al margen de las viejas y deslegitimadas instituciones de poder, en grupos heterogéneos que castigaron una y otra vez durante años al hasta entonces invencible ejército francés. Al frente de esa gran aportación española a la moderna táctica militar "-a guerra de guerrillas- se situó toda una generación de líderes surgidos del pueblo llano que con escasos efectivos consiguió expulsar del suelo español a las tropas de un sorprendido Napoleón. A modo de sentido homenaje, Rafael Abella y Javier Nart narran en Guerrilleros los acontecimientos que condujeron a esta guerra y el posterior despertar de un pueblo mayoritariamente ignorante pero henchido de dignidad y orgullo que por primera vez toma conciencia de su soberanía y se alza en armas contra un invasor mucho más poderoso, ante la pasividad de las clases dirigentes. Ambos autores proporcionan en estas páginas una vívida semblanza de muchos de esos gloriosos y épicos guerrilleros -el Empecinado, Espoz y Mina, el cura Merino, etc.-, que brillaron con la intensidad y la brevedad de una estrella fugaz y que en muchos casos tuvieron un triste e ignominioso final, aparcados en los márgenes de la historia o traicionados por un pueblo indolente que demostró no estar preparado para abrazar al liberalismo.
