El Informe 2013 de Amnistía Internacional documenta el estado
de los derechos humanos en 155 países y territorios en 2012.
El eco de las demandas de derechos humanos resonó en todo el
planeta a lo largo del año, que comenzó con protestas en países
donde la represión de la libertad de expresión y reunión era una
práctica habitual. Pero, al finalizar el año, el descontento y la
indignación ante el hecho de que los gobiernos no garantizaban
justicia, seguridad ni dignidad humana provocaron que las
protestas prendieran en todo el mundo.
Un denominador común a todas estas protestas, ya fuera en
El Cairo o en Nueva York, fue la rapidez con que los gobiernos se
aprestaron a evitar la protesta pacífica y silenciar la disidencia.
Las personas que se echaron a la calle mostraron un inmenso
valor ante la represión -a menudo brutal- y el uso abrumador
de medios letales.
En un año de disturbios, transición y conflicto, son demasiadas
las personas a quienes se siguen negando sus derechos más
básicos. Conforme aumentan las demandas de mejor gobierno y
mayor respeto por los derechos humanos, este informe muestra
que los líderes mundiales aún no están a la altura de este reto.