Impresionante página de la historia de Valladolid y de España, a decir del prologuista, en la que el autor desvela la importancia del impreso utilizado para aprender a leer y escribir desde 1583, año en que Felipe II concedió el privilegio exclusivo de edición de las Cartillas a la Diócesis de Valladolid, para costear las obras de la Catedral. El privilegio se extendió hasta 1825 y se ha documentado una tirada que alcanza los setenta millones de ejemplares en dicho periodo.