De Ignacio Amestoy Egiguren en esta misma colección: Yo fui actor cuando Franco y Mañana, aquí, a la misma hora (núm. 155); Dionisio Ridruejo, una pasión española, ¡No pasarán! y Pasionaria (núm. 162); y Gernika, un grito, 1937 y Betizú el toro rojo (núm. 184).
El catedrático César Oliva, autor del prólogo de este libro, ha calificado a Ignacio Amestoy Egiguren (Bilbao, 1947) como «el autor español de los ochenta más arraigado a contemporáneas formas de tragedia». Las dos obras que se recogen aquí están dentro de esa vertiente trágica.
'Elisa besa la rosa' enlaza con una de las obras más características del autor vasco, 'Ederra', pieza con la que ganó el Premio Lope de Vega con la que se daría a conocer como dramaturgo. 'Elisa besa la rosa' muestra el desenlace de la lucha feroz entre un mundo de vida y un mundo de muerte; entre Elisa, que vive en el arte, y el viejo patriarca Mendiburu, último eslabón de una dinastía de armeros. Una eterna lucha entre el frágil poder del espíritu y el arrasador poder del dinero.
'La reina austriaca de Alfonso XII' tiene que ver con las piezas históricas de Amestoy Egiguren. Dentro de su producción teatral, está a caballo entre la dureza de 'Dionisio Ridruejo, una pasión española' y la ironía de '¡No pasarán! Pasionaria'. Quiere ser el inicio de un recorrido dramático que tenga como motivo a los últimos monarcas españoles. En esta obra, Alfonso XII es el rey del que la reina María Cristina obtiene un príncipe a cambio del placer y de la muerte. Con el trágico fin del joven soberano concluye un corto período de ilustrada restauración, iniciándose el rígido mandato de la reina austriaca que se prolongará hasta la mayoría de edad del hijo póstumo de Alfonso XII.
