Cuando Mötley Crüe alcanzaron el punto álgido de su fama, no existíadroga que Nikki Sixx no estuviera dispuesto a probar. Se pasaba díasenteros envuelto en una bruma inducida por el consumo de cocaína yheroína. En una de las memorias más singulares jamás publicadas sobrela adicción, Nikki comparte aquellas entradas de su diariocorrespondientes al año en que su drogodependencia se descontrolóhasta llevarle al borde mismo de la muerte. Algunas de ellas sonpoéticas, otras delirantes y absurdas, pero todas reflejan el momentoen que fueron escritas. Para proporcionar un contexto adecuado, lasentradas vienen comentadas con la perspectiva que da el tiempo por elpropio Nikki, acompañado de toda una serie de amigos, colegas,exparejas y familiares que sufrieron en carne propia las consecuencias de lo narrado. Tommy Lee, Vince Neil, Mick Mars, Vanity, Slash, RickNielsen, Lemmy, Bob Rock o Ross Halfin son sólo algunos entre la másde dos docenas de nombres que intervienen en el libro para poner unpoco de orden en la locura.