Samantha Jellicoe ha abandonado su vida como ladrón de guante blanco para dedicarse por completo a su
empresa de seguridad y disponer de más tiempo al lado del amor de su vida, el multimillonario británico
Rick Addison, a quien acompaña en sus viajes y asesora en la compra de arte.
Y es en una de esas subastas a las que acuden donde Sam descubre a alguien que no pensaba volvería a ver:
su padre, Martin Jellicoe.
Sus peores intuiciones se convierten en realidad y la obra que Rick acaba de comprar desaparece aquella
misma noche de su casa. Sam sabe que Martin está detrás del robo, pero la policía apunta hacia ella como
principal sospechosa, y no va a ser fácil probar su inocencia. Menos cuando su padre la chantajea y la
obliga a participar en un gran robo en el MOMA de Nueva York.
Si Sam rechaza la propuesta, ella y Rick serán aniquilados, así que Samantha no tiene elección.
Pero Rick, que no está dispuesto a perderla de nuevo, traza un plan para ayudarla, le guste a su chica o no.