La obra se detiene en los fenómenos culturales que han creado o favorecido el libro y termina con un
capítulo muy actualizado, , destinado a los medios audiovisuales y a la Internet, las
nuevas y ricas formas de comunicación que cada vez van ocupando un mayor espacio en el campo de la comunicación, y cuyo
protagonismo en los comienzos del milenio es ya muy destacado.