De repente, se escucha un trueno. Después otro.
Las nubes oscurecen el cielo, dándole al bosque un aspecto verdaderamente desagradable. Lanzarote se paraliza, y el pañuelo sigue mojando la piedra.
¡Un relámpago roza la copa de los árboles!
- Deberiamos volver- sugiera Ginebra.
- ¡No te vas a ir a ninguna parte!
- Ruge una voz.
La madre de Viviana está encerrada en la isla de los Mil Suplicios. Con sus amigos, la pequeña hada decide partir a liberarla, sin contar con los maléficos planes de la malvada Norcadet ni con la cólera del terrible caballero negro