La Orden Franciscana ha estado muy presente, desde sus comienzos, en Castilla y León y más concretamente en Valladolid, fundando su primer convento en la zona de Río Olmos, en el Camino Viejo de Simancas, Según Fray Francisco Calderón ya desde el año 1212, es decir, tres años después de haber sido aprobada la Orden por la Iglesia