Un relato que nos confronta con nuestros propios prejuicios y nos abre la mente a nuevas realidades. Cuando Mireia se casó con Mohamed, este la invitó a conocer a su familia y su país de origen, Marruecos. Veinte años después, los viajes que han realizado entre la metrópoli de Casablanca y la aldea de los padres de Mohamed, le han revelado otra cultura y le han permitido conocerse mejor a sí misma.